single-image

Hacer churrasco sin parrilla en casa sí es posible

El churrasco es sinónimo de fiesta. Es sinónimo de celebración, de reunión con amigos. Sin embargo, por razones que ya conocemos todos, las celebraciones se están volviendo cada vez más complicadas.

Por eso, hoy te traemos una receta de churrasco que puedes hacer en tu propia casa. Y no, no necesitarás desempolvar esa vieja barbacoa que te dejaron tus padres, porque hoy va a hacer acto de presencia: el horno.

Ya sea porque quieres invitar a las pocas personas con las que nos podemos reunir ahora en casa, o demostrarle a tu abuela que has heredado sus dotes culinarias; con este churrasco no dejarás a nadie indiferente. Y no te preocupes, es una receta súper sencilla de preparar. Tan sólo necesitarás, un poco de paciencia.

Empezamos!

Ingredientes

  • Costilla de cerdo o ternera (en nuestro caso 1,5kg)
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Hierbas aromáticas para confitar: en nuestro caso, tomillo y laurel, pero puedes poner las que más te gusten
  • Patatas para freír
  • Aceite de girasol (opcional)

Antes de empezar…

Hay que tener una cosa clara. No va a ser lo mismo. Con esto no estamos diciendo que vaya a estar menos bueno, para nada, pero los sabores van a ser algo diferentes. No podemos comparar unas buenas brasas de carbón o leña, con el horno de nuestra casa.

Por otra parte, no nos vamos a limitar solo a hornear, sino también a confitar. Con esto conseguiremos que nuestro churrasco esté increíblemente jugoso y meloso. Confitar no sólo sirve para repostería, sino que tiene otros muchos usos.

Ahora sí que sí, vamos allá!

Pasos a seguir

En nuestro caso hemos escogido una buena costilla de cerdo, pero también se puede hacer con costilla de ternera.

  1. Salpimentamos de forma abundante por ambos lados. Masajeamos la carne para que la sal y la pimienta queden bien adheridas.
  2. Escoje las hojas aromáticas que más te gusten. En nuestro caso hemos escogido laurel y tomillo, pero aquí a tu gusto. Metemos la costilla con las hierbas en una bandeja y cubrimos con aceite de oliva.
  3. Lo metemos al horno durante 3 horas a 120 grados. Asegúrate de haber precalentado un poco el horno antes de meter la carne.
  4. Ya hemos confitado nuestro churrasco. Después de esas 3 horitas lo sacamos y lo ponemos en una bandeja aparte. Aprovecha ese aceite con el que hemos confitado la carne previamente para echarle un poco por encima. Lo metemos al horno durante 10 minutitos a 200 grados. Con esto conseguiremos que se tueste y quede como el churrasco tradicional.
  5. Ahora, puedes aprovechar ese aceite de oliva del churrasco, para freír unas patatas para acompañar. Para estómagos delicados, puedes poner aceite de girasol también. En una sartén pon abundante aceite. Con tres cucharadas generosas llega de sobra. Procura que la patatas sean de buena calidad (gallegas a poder ser), y sobre todo, que sean para freír. Córtalas en tiras pequeñas y añádelas a la sartén cuando el aceite esté bien caliente.
  6. Sácalas cuando tengan ese tono doradito tostado, y para finalizar, rocíalas con un buen puñado de sal.

Y ya estaría!

Espero que lo estés gozando con esta receta. La carne queda súper jugosa y melosa por dentro, y con este toque crujiente carcaterístico del churrasco a la parrilla, por fuera. El aceite, al usarlo para confitar, se ha convertido en un aceite aromatizado, por lo tanto, lo puedes guardar y usarlo para otras recetas.

Esta es una de las recetas tradicionales y más características de la gastronomía gallega, ¿Cuál es tu favorita?