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Del arte callejero al muralismo rural. Historia del street art en la España vacía

Existe una industria cultural en nuestro país que ha visto como desde hace 10 años el número de interesados ha incrementado. Te hablamos del grafiti, observado desde un punto de vista tanto cultural como social, y sus respectivos movimientos posteriores. Véase el arte urbano.

Sea en el entorno rural o en el paisaje callejero de una ciudad, observamos con mayor frecuencia el número de murales y medianeras decoradas con un propósito artístico y decorativo. Además, podrás recorrer con una mirada atenta el significado de las obras.

A lo largo de la península y del resto del territorio español, artistas multidisciplinares crean sus proposiciones ilustrativas para el disfrute de un público abierto.

Doa oa artista Crédito foto R2hox

Aire, agua y tierras limpias

Bajo este concepto tan sostenible y de ayuda al cambio climático, se presenta el festival Desordes Creativas. Se celebra en la localidad gallega de Ordes y reúne cada año a decenas de artistas del panorama artístico contemporáneo español.

Viejos espacios abandonados o en desuso del territorio norteño que tornan el paisaje en un museo moderno e inacabado al aire libre. Sirve como regeneración para el entorno, pero también como una oportunidad para generar una conciencia crítica con la sociedad.

Ejemplo de ello es esta obra del artista valenciano Escif, en la que se puede ver a través de un campo de cultivo, como un caballo alarga su cuerpo.

Escif en Desordes

El código de las formas vegetales

Uno de los artistas que mejor representa las relaciones entre lo dinámico y lo estático, el individuo y la comunidad o la sostenibilidad y la resistencia es Pablo S. Herrero. Su medio de actividad como muralista suelen ser los espacios descentrados y marginales, tomando los barrios periféricos como paradigma del rechazo que la ciudad provoca a grandes partes de sí misma.

Graffiti Galicia

Su obra realizada en El Camino de los Prodigios, Miranda del Castañar (Salamanca) representa esa conexión existente entre el ser humano y el entorno que le rodea, dotando a una finca el característico tono verdoso del bosque en el que se encuentra. Por otra parte, podemos ver como el graffiti se adentra en el propio ecosistema rural. (imagen de portada)